FIJCO 2024 Sin Fronteras una fiesta entre el Son Jarocho y el jazz
La ciudad de Córdoba se convirtió en el escenario perfecto, donde la música y la emoción se unieron en perfecta armonía en el Noveno Festival Internacional de Jazz Córdoba-México
Jhennifer Renaud
Cuando piensas en jazz, lo que tu mente te dicta es ritmo, emoción, improvisación; notas saliendo de un saxofón o las percusiones haciendo juego en tus sentidos. Pero si a esa fiesta le agregas los sonidos de una jarana, el zapateado de la bailadora y los versos que vienen de lo profundo del corazón, es entonces cuando se crea una simbiosis perfecta que da pie al fandango jazzístico.
El Noveno Festival Internacional de Jazz Córdoba-México, que contó con la presencia de Arturo O'Farril y los Conga Patria, quienes, junto con el cordobés Fernando Guadarrama, dejaron sentir el "Fandango at the Wall" acompañados por la Tonatiuh Jazz Orchestra, músicos veracruzanos y muy talentosos todos reunidos y por primera vez pisando Córdoba gracias al monumental esfuerzo de Luis Calatayud quien es el alma y corazón de este evento que cada año se supera y continúa dejando muestra de esfuerzo, dedicación y amor al jazz.
El "Fandango at the Wall" fue el punto culminante del festival, una interpretación magistral que fusionó lo mejor del jazz con la pasión y la energía de la música veracruzana. La audiencia se dejó llevar por la emoción y el ritmo, y el resultado fue una noche mágica que quedará grabada en la memoria de todos.
La noche se vistió de ritmo y color, mientras los sonidos del saxofón y la trompeta bailaban en el aire. La pasión y la creatividad de los músicos contagiaron al público, creando una atmósfera eléctrica y emocionante.
MÁS QUE UN FESTIVAL
En las diferentes locaciones se realizaron talleres, exposiciones, máster class y ruedas de prensa, así como la expo colectiva "Somos Jazz" ó el taller de jazz y arte para niños "InspirARTE KIDS" que demostraron que el arte y la creatividad pueden ser accesibles para todos. Los talleres de baile, swing e improvisación con Renata Luna y la proyección de documentales como "Fandango at The Wall" y "Notas de una vida" complementaron la programación, ofreciendo una experiencia completa y enriquecedora.
Entre los muchos músicos y artistas hubo quienes dejaron huella y capturaron la energía de los presentes y más aún de chicos y grandes tal fue el caso de Pelusax que entre mascotas y alebrijes transmitieron su ritmo poniendo a bailar a más de uno.
Dando su alma atrás de una máscara, demostrando que el talento no tiene forma física porque va más allá de todo, Pelusax provenientes de Xalapa pusieron un gran ambiente en el noveno Festival de Jazz.
Este pueblo mágico se convirtió en un hogar para el arte y la música, donde la diversidad y la unión se celebraron en cada nota y cada ritmo. El festival de jazz fue un recordatorio de que la música tiene el poder de unir y transformar, de hacer que nuestros corazones latan al unísono.
Las ponencias magistrales de Maricarmen Graue y Pablo Iván Arguello nos enseñaron que no hay discapacidad contra el arte, no existe impedimento para ser, sentir y vivir en su máximo esplendor el deseo de crear y compartir la pasión por la música.
Córdoba brilló con una luz especial, una luz que iluminó los corazones y las almas de todos los presentes. El festival de jazz fue un regalo para la ciudad, un regalo que será recordado.
La experiencia y buena vibra de Javier de la Cueva y su Jazz Trío demostraron porqué el jazz en México se ha establecido como una sola emoción que no se apaga, pero si evoluciona en constante movimiento.
GRACIAS POR LA MÚSICA Y LA EMOCIÓN
A todos los involucrados en la organización y realización del festival, ¡gracias por la música y la emoción! A Luis Calatayud, Michelle Espejo y todos los del Staff gracias a su dedicación y pasión han creado un evento que será recordado por siempre.
Al público que asistió al festival, ¡gracias por ser parte de esta celebración! Su entusiasmo y energía fueron la clave para hacer de este evento un éxito rotundo.
