Sección jóvenes: “Aves veracruzanas y la maestría de la adaptación”

Por Ángel Hernández

  

Está demás decir que las aves son un apasionante grupo que han colonizado casi todos los rincones de la tierra. Su gran diversidad se debe a que cada especie ha encontrado su nicho particular, habitando y sobreviviendo en un ambiente que le es propio. Sin embargo, sus relaciones con el entorno son mucho más complejas de lo que parece, presentando una variedad de comportamientos y procesos interrelacionados con su hábitat.

A continuación, te presentamos una serie de 7 datos interesantes sobre la ecología y biología de algunas aves de la región central del estado de Veracruz:

 

  1. Dieta equilibrada: Si bien los colibríes son conocidos por alimentarse de néctar, su dieta también depende del consumo de fuentes proteicas como los insectos. Algunas especies como el Colibrí Magnífico (Eugenes fulgens), complementan su alimentación con pequeños artrópodos como mosquitos y arañas que consumen durante las temporadas de baja disponibilidad de flores.

  2. Migraciones épicas: Muchas aves realizan largas migraciones. Un ejemplo es el Playero de Baird (Calidris bairdii), que se reproduce en la tundra norteamericana y realiza un viaje de 6000 km hacia el sur del continente cada año. Durante su largo viaje de migración, que suele durar de 4-6 semanas, suele hacer cortas paradas en los humedales del centro de Veracruz para descansar y alimentarse.

  3. Aventureros extraviados: A veces, las aves se desvían de sus rutas migratorias habituales debido a condiciones climáticas adversas o a otros factores. Estas aves, conocidas como "vagantes", pueden encontrarse en lugares donde normalmente no habitan. Por ejemplo, se han registrado ocasionalmente individuos solitarios del Chipe Azulnegro (Setophaga caerulescens) en el centro de Veracruz, a más de 1200 km de su distribución invernal habitual en el país (península Yucatán).

  4. Maestros del camuflaje: Algunas aves han desarrollado habilidades de camuflaje excepcionales para protegerse de depredadores. El Pájaro Estaca Norteño (Nyctibius jamaicensis), por ejemplo, imita la apariencia de una rama seca para pasar desapercibido durante el día.

  5. Intrusos de nidos: El Tordo Cabeza Café (Molothrus ater) es un ejemplo de ave que parasita los nidos de otras especies. Deposita sus huevos en los nidos de aves más pequeñas, y sus crías, al nacer, suelen eliminar a los polluelos de la especie hospedera para asegurar su supervivencia.

  6. Percusiones del bosque: Los carpinteros utilizan el tamborileo en los árboles como forma de comunicación y para delimitar su territorio. Si prestamos atención, podremos notar que cada especie tiene un patrón de tamborileo único. Además, algunas especies, como el Carpintero Cheje (Melanerpes aurifrons), utilizan objetos artificiales como postes de metal para amplificar su sonido.

  7. Cantores de las cavernas: El chivirín de Sumichrast (Hylorchilus sumichrasti), un peculiar habitante de las selvas tropicales del centro de Veracruz y norte de Oaxaca, suele preferir en zonas rocosas y cavernosas, donde su potente canto resuena de manera amplificada. Además, estas cavidades le proporcionan refugio y alimento.

 

 

 

 

Angel Hernández Ramírez

Biólogo e ilustrador de naturaleza egresado de la Universidad Veracruzana. Su trabajo es producto de una larga experiencia empírica en el dibujo y la ilustración cimentada en la formación profesional en las ciencias biológicas. Ha impartido múltiples talleres enfocados en dibujo e ilustración de la naturaleza en distintos niveles educativos. Profesionalmente ha trabajado como ilustrador en distintos proyectos de divulgación científica, que van desde artículos científicos, carteles divulgativos y guías de identificación en campo. Además, su trabajo ha participado en algunas exposiciones colectivas en el Zoológico de Chapultepec y la Academia San Carlos FAD UNAM.

Actualmente se desempeña como ilustrador freelance y profesor de dibujo en la Universidad Anáhuac Campus Córdoba.

 

Ángel nos recomienda la lectura de Lobo Estepario de Hermann Hesse. Y su árbol favorito es

el Álamo Blanco (Platanus mexicana) “siempre me ha parecido un árbol de gran carácter y porte, pero con una paleta de colores delicada de tonos quebrados”.

 

Siguiente
Siguiente

Cartelera de Octubre